miércoles, 13 de abril de 2016

ARDE LA MEMORIA


ARDE LA MEMORIA

 Crónicas Granadinas, el disco de Carlos Cano en el que denuncia la quema de libros y la expulsión de los moriscos 



Este Corán del siglo XV se salvó de la hoguera que la Inquisición puso en Plaza de Bib Rambla, en el año 1499. El cardenal Cisneros ordenó quemar en esta hoguera más de 5.000 libros incautados de la biblioteca de la Madraza, mezquitas, palacios y casas privadas. El Corán permaneció escondido en la alacena de una casa del Albaicín durante cuatro siglos y encontrado en 1996 por unos albañiles, durante el derribo del inmueble. Fue restaurado por Teresa Espejo y Domingo Campillo, especialistas de la Universidad de Granada, y donado a la Biblioteca de los Padres Escolapios. 

ARDE LA MEMORIA 2023



Granada Abierta organizó en 2023 una nueva edición del recital poético musical ARDE LA MEMORIA para rendir homenaje a los libros prohibidos y quemados en las hogueras de la intolerancia, a lo largo de la historia.

Nuestro acto ha sido incluido en el programa oficial de la Feria del Libro de Granada 

Arde la Memoria se realizó en la Plaza de Bib Rambla, donde la Inquisición quemó en 1499 la Biblioteca de la Madraza.

Y hemos pedido al Ayuntamiento de Granada que ponga una placa memorial en la Plaza de Bib Rambla, informando a granadinos y visitantes sobre este episodio histórico.


Lectura del Manifiesto por Nadia Hindi, arabista de la Universidad de Granada.


 Las profesoras Desireé López y Nadia Hindi, durante el recital poético Arde la Memoria





Un grupo de estudiantes, dirigidos por la arabista Desirée López, realizarán una lectura teatralizada, del libro infantil La Alhambra de Boabdil, escrito por Abdessamad Lahib e ilustrado por Jose Vigueras.

Los estudiantes han realizado también una lectura, en árabe y castellano, de los poemas de Ibn al Jatib que decoran los palacios alhambreños.


El trovador Javier Tárraga, especialista e cultura oral, y el músico andalusí Mustafá Bakali pusieron el broche de oro al acto.



ARDE LA MEMORIA 2021


Granada Abierta rinde homenaje a los libros prohibidos y quemados en las hogueras de la intolerancia

La plataforma pide al Ayuntamiento que ponga una placa informativa en la Plaza de Bib Rambla para recordar la quema de libros de la Madraza

Granada Abierta ha rendido homenaje, un año más, a los libros prohibidos y quemados con el recital poético musical Arde la Memoria, que ha organizado en el marco de la Feria del Libro de Granada. El acto se desarrolló en la Plaza de Bib-Rambla, donde Paco Vigueras, coordinador de esta plataforma ciudadana, recordó que el cardenal Cisneros ordenó quemar más de 5.000 libros de la biblioteca de la Madraza, la primera Universidad de Granada, fundada en 1349, cuando era capital del reino nazarí. Durante su intervención, pidió al Ayuntamiento que ponga una placa informativa “para que los ciudadanos no olviden que esta céntrica plaza granadina fue escenario en 1499 de un lamentable atentado contra nuestro patrimonio bibliográfico”.

La profesora Nadia Hindi fue la encargada de leer el manifiesto en el que Granada Abierta denuncia todas las hogueras de la intolerancia que, a lo largo de la historia, han intentado destruir la memoria escrita de los vencidos. Sucedió en 1933, cuando los nazis quemaron los libros judíos y marxistas, en la Plaza de la Ópera de Berlín. Y volvió a suceder en 1939, cuando el régimen franquista redujo a cenizas los libros republicanos.

Ya en la historia reciente, los serbios incendiaron la Biblioteca de Sarajevo, durante la guerra de Bosnia; los marines de Estados Unidos bombardearon y expoliaron la Biblioteca de Bagdad, en la guerra de Irak, y al Qaeda quemó centenares de manuscritos en Tombuctú, durante la guerra de Malí.  

Por su parte, la profesora Desirée López dirigió una lectura de poesía andalusí, en árabe y castellano, como símbolo de hermanamiento de las dos lenguas. Una lectura poética muy emotiva en la que participaron estudiantes del Grado de Estudios Árabes e Islámicos y del Grado de Traducción e Interpretación: 

Marta Expósito Sánchez-Cañete,

Áurea Fernández Sesmero,

Silvia Peñalver Hernández,

Alejandro Reguera Gallardo,

Ilenia Romano y

Jorgen Sulbarán Socas.

Y Karla, estudiante de origen peruano, recitó un poema maya en homenaje a los manuscritos de esta cultura precolombina, quemados durante la conquista de México.

Un concierto de música andalusí, a cargo del artista y compositor Suhail Serguini, puso el broche de oro a esta nueva edición de Arde la Memoria, en la que Granada Abierta recordó las palabras del poeta alemán Heinrich Heiner: “Quien empieza quemando libros, acaban quemando hombres”, e hizo un llamamiento al diálogo intercultural a través de los libros. 



Nadia Hindi, profesora de Literatura Árabe de la Universidad de Granada



Desirée López, profesora de Literatura Árabe de la Universidad de Granada.


Estudiantes del Grado de Estudios Árabes e Islámicos y del Grado de Traducción e Interpretación durante la lectura poética en el Arde la Memoria 2021.





ARDE LA MEMORIA 2019





Vídeo de Antonio Lara

Poesía y música contra la intolerancia

Francisco Vigueras y Juan Antonio Díaz
Granada Abierta

    Un año más, nos hemos reunido en la Plaza de Bib-Rambla, en una nueva edición de Arde la Memoria, para recordar la quema de libros ordenada por el cardenal Cisneros, hace 520 años. En este encuentro poético-musical, estudiantes de la Universidad de Granada, dirigidos por la profesora Nadia Hindi, han recitado poemas en árabe y castellano para promover la convivencia entre las dos lenguas. Prohibida hace cinco siglos por Cisneros, la lengua árabe ha vuelto a escucharse en la emblemática plaza granadina. Y el músico andalusí Kamal Nawawi ha interpretado su nuevo disco Alatar, sobre el cancionero morisco, en un emotivo concierto con el maestro del sonido Manuel Dabán. Es nuestra forma de celebrar la Feria del Libro de Granada y reivindicar una ciudad intercultural.

    Recordamos que el cardenal Cisneros decidió imponer en 1499 la fe cristiana en Granada, incumpliendo las capitulaciones que los Reyes Católicos se habían comprometido a respetar “para siempre jamás”. El cardenal ordenó el asalto a la Biblioteca de la Madraza y arrojó más de 5.000 libros a una hoguera en Plaza de Bib Rambla. No conforme con eso, mandó requisar todos los libros que hubiera en casas particulares para arrojarlos igualmente a las llamas. Juan de Vallejo, cronista de Cisneros, lo describe así: “Y para desarraigarlos de su perversa y mala secta, mandó a los alfaquíes tomar todos los coranes y otros libros particulares, hacer grandes fuegos y quemarlos todos”.

    Sin embargo, Vallejo añade: “Se quemaron todos, sin quedar memoria, excepto los libros de medicina y botánica. Su señoría mandó traer 30 o 40 volúmenes, que están hoy puestos en la librería del insigne Colegio y Universidad de Alcalá de Henares”. El cronista se refiere al saqueo que sufrió la Biblioteca de la Madraza, unos 40 libros que Cisneros salvó de la quema para llevárselos. La Universidad de Granada debería reclamar la recuperación de este patrimonio bibliográfico granadino que ha sido expoliado. También se salvaron algunos coranes particulares que sus dueños ocultaron hábilmente, logrando burlar los registros de la Inquisición. Uno de estos coranes apareció en 1996 en la alacena de una casa del Albayzín, donde había permanecido oculto más de cinco siglos. El libro sagrado de los musulmanes fue restaurado por los Padres Escolapios, un gesto de tolerancia y reconciliación, reconocido por Granada Abierta con el Premio Carlos Cano.

    La quema de manuscritos continuó luego en la America conquistada con la cruz y la espada. Los frailes españoles llevaron a cabo, con particular delirio, la destrucción de códices que ellos consideraban como “obras del demonio”. Por ejemplo, el bello colorido y los extraños caracteres de los libros autóctonos mayas hicieron pensar que se trataban de objetos que “contenían mentiras del diablo”. Y durante el sitio de México, en 1521, los conquistadores destruyeron la capital azteca y un número incalculable de documentos.

   La quema o expolio de libros se ha repetido a lo largo de la historia. En 1933, los nazis quemaron miles de libros judíos y comunistas en la Plaza de la Ópera de Berlín y, apenas seis años después, en 1939, el régimen franquista celebró una infame Fiesta del Libro, consistente en arrojar al fuego miles de ejemplares republicanos. El diario falangista Arriba justificó así este nuevo atentado contra nuestro patrimonio bibliográfico: “Condenamos al fuego a los libros separatistas, liberales, marxistas, a los de la leyenda negra, anticatólicos, a los del romanticismo enfermizo, a los pesimistas, a los del modernismo extravagante, a los cursis, a los cobardes pseudocientíficos, a los textos malos y a los periódicos chabacanos”.

    Y también en la historia reciente. En la guerra de Bosnia, años noventa, los serbios destruyeron más de cuarenta bibliotecas. Especialmente dramático fue el bombardeo de la Biblioteca de Sarajevo, en el que la artillería acabó con dos millones de libros y miles de manuscritos. Y en 2003, durante la toma de Bagdad por el ejército de Estados Unidos, la Biblioteca de Irak también fue incendiada y centenares de libros expoliados. El último ataque a la cultura lo sufrió la Biblioteca de Tombuctú, destruida en 2012 por integristas de al-Qaeda, en la guerra de Malí. Granada Abierta denuncia todas las hogueras de la intolerancia que intentan destruir la memoria escrita de los vencidos a lo largo de la historia y recuerda las palabras del poeta alemán Heinrich Heine: “Allí donde queman libros, acaban quemando hombres”. 



El músico andalusí Kamal Nawawi y estudiantes de Traductores e Intérpretes de la Universidad de Granada, dirigidos por la profesora Nadia Hindi, fueron los protagonistas de Arde la Memoria 2019, organizado por Granada Abierta en Plaza de Bib-Rambla.


Emotivo recital poético en árabe y castellano de los estudiantes de la Facultad de Traductores e Intérpretes de la UGR, durante el acto Arde la Memoria 2019





El músico Kamal Nawawi interpretó un concierto, con temas del romancero morisco granadino



ARDE LA MEMORIA 2018


Enlace para ver el video de Antonio Lara



Arde la Memoria rinde homenaje a Juan de Loxa

Francisco Vigueras y Juan Antonio Díaz
 Granada Abierta

Como cada año durante la Feria del Libro, Granada Abierta quiere recordar el ataque que la cultura, en general, y los libros en particular, han sufrido a lo largo de la historia. Reivindicamos al libro frente al oscurantismo y la intolerancia. Por eso, volvemos a gritar contra aquellos que destruyen bibliotecas, destruyen el saber y destruyen la cultura de los pueblos

Este año, el recital poético-musical Arde la Memoria han rendido homenaje a Juan de Loxa. Hemos escuchado sus versos en la lengua de Ibn al-Jatib, otro poeta lojeño cuya poesía decora los muros de la Alhambra. Y el grupo musical Suhail Ensemble cantó en árabe el poema que Juan dedicó a Javier Verdejo, víctima en 1976 de los últimos zarpazos de la dictadura: “Pan y trabajo, siempre se escapa el tiro pa los de abajo/ que mala pata, no les saliera el tiro por la culata. Granada Abierta ha querido hermanar así a dos poetas, Juan de Loxa e Ibn al Jatib, como símbolo de diálogo intercultural.

Este hermanamiento tuvo como escenario la Plaza de Bib-Rambla, donde el cardenal Cisneros ordenó quemar en 1499 la Biblioteca de la Madraza. También participarán los estudiantes del Departamento de Estudios Árabes y Semíticos de la UGR, dirigidos por la profesora Nadia Hindi. Con música y poesía, hemos recordado la pérdida de la Madraza, primera Universidad de Granada que fundó Yusuf I en el siglo XIV, asaltada por Cisneros. El cardenal inquisidor quemó 5.000 libros, según la crónica de Juan Vallejo, aunque Echevarría, otro cronista de la época, nos dice que fueron más de un millón los ejemplares reducidos a cenizas. Vallejo escribió: “Y para desarraygarles del todo de su perversa y mala secta, les mandó a los dichos alfaquíes tomar todos sus alchoranes y todos los otros libros particulares, los quales fueron más de III o V mill volúmines, entre grandes y pequeños, e hazer muy grandes fuegos e quemarlos todos”.

Sin embargo, algunos libros se salvaron de la hoguera. Cisneros expolió de la Madraza más de 30 volúmenes de medicina, botánica y otras ciencias, para llevárselos a la Universidad de Alcalá de Henares. Así lo cuenta el propio cronista Vallejo: “Se quemaron todos, sin quedar memoria, como dicho es, excepto los libros de medicina e botánhica, de los cuales su señoría mandó traer bien XXX o XL volúmines de libros y están hoy en día puestos en la librería de su insigne collegio e universidad de Alcalá…” Un patrimonio bibliográfico, cuya devolución deberían reivindicar las autoridades universitarias granadinas.

A la quema de libros en Granada, siguió la de códices aztecas y mayas durante la conquista de América. No olvidamos tampoco la hoguera de los nazis en la Plaza de la Ópera de Berlín, que redujo a cenizas los libros comunistas y judíos. Ni la quema de libros que el régimen franquista organizó en 1939 para celebrar la victoria sobre la II República. El diario Arriba justificaba así aquel atentado contra la cultura: “Condenamos al fuego a los libros separatistas, liberales, marxistas, a los de la leyenda negra, anticatólicos, a los del romanticismo enfermizo, a los pesimistas, a los del modernismo extravagante, a los cursis, a los cobardes pseudocientíficos, a los textos malos, a los periódicos chabacanos”.

Lamentablemente, la quema o expolio de libros continúa en nuestros días y sigue siendo una práctica habitual de los vencedores en todas las guerras. En la reciente guerra de Bosnia en 1992,  los serbios bombardearon la Biblioteca de Sarajevo con más de 2 millones de volúmenes, y durante la invasión de Irak en 2003, los estadounidenses hicieron lo mismo con la Biblioteca de Bagdad. Tampoco se libró de la barbarie la Biblioteca de Tombuctú, durante la guerra de Malí, en África occidental. Saqueada por al Qaeda, que destruyó centenares de legajos y manuscritos de la cultura andalusí. Por tanto, Granada Abierta quiere apagar con la voz de nuestros poetas todas las hogueras de la intolerancia que han intentado acabar con la memoria escrita de los vencidos.




Mar García de los Ríos recordó todas las hogueras de la intolerancia, a lo largo de la historia.


Carmen Martínez, representante del Centro Andaluz de las Letras, expreso su apoyo al recital poético musical Arde la Memoria 2018, que forma parte de la Feria del Libro de Granada.



Francisco Vigueras, coordinador de Granada Abierta, tampoco olvidó los libros republicanos, quemados en 1939 por el régimen franquista.


 
Nadia Hindi, profesora de la Universidad de Granada, presenta la lectura poética bilingüe, en árabe y castellano, durante el recital Arde la Memoria 2018.




Lectura poética bilingüe, en árabe y castellano, de los estudiantes del Departamento de Estudios Semíticos de la Universidad de Granada, como símbolo de diálogo intercultural.


Juan Antonio Díaz y Elodia Campra recordaron al poeta Juan de Loxa, impulsor de Poesía 70 y del Manifiesto Canción del Sur en el que se dio a conocer Carlos Cano.





Suhail Ensembla cerró el recital poético-musical con un emotivo concierto en el que cantó en árabe el poema de Juan de Loxa dedicó a Javier Verdejo, víctima en 1976 de los últimos zarpazos de la dictadura: "Pan y trabajo, siempre se escapa el tiro para los de abajo. Que mala pata, no les saliera el tiro por la culata".






ARDE LA MEMORIA 2017

Un año más, Granada Abierta ha denunciado las hogueras de la intolerancia, que han intentado destruir la memoria escrita de los vencidos, con el recital poético-musical Arde la Memoria. El acto, presentado por Ángeles Sánchez, tuvo lugar el pasado 23 de abril, Día Internacional del Libro, en la Plaza de Bib-Rambla, donde la Inquisición quemó en 149´9 más de 5.000 libros de la Biblioteca de La Madraza. Los participantes recordaron también cómo el régimen franquista redujo a cenizas miles de libros republicanos en 1939.


Vídeo de Antonio Lara



La intervención poética de Antonina Rodrigo, biógrafa de Mariana Pineda, y el concierto de música andalusí de Suhail Serguini, los momentos más emotivos del acto.

Opinión
Homenaje a los libros prohibidos y quemados

Francisco Vigueras y Juan Antonio Díaz

    Granada Abierta rinde homenaje, un año más, a los libros prohibidos y quemados a lo largo de la historia en las hogueras del fanatismo. Y lo hacemos con el recital poético-musical Arde la Memoria en la Plaza de Bib-Rambla, escenario de la hoguera inquisitorial que redujo a cenizas la Biblioteca de la Madraza en 1499, hace ya 518 años. 

     Arde la Memoria forma parte del programa oficial de la Feria del Libro de Granada y se ha convertido en un lugar de encuentro intercultural en el que participan el Colectivo Andaluz de Mujeres Musulmanas, la Asociación Gitanas Feministas por la Diversidad y estudiantes de la Universidad de Granada, que leerán poemas en árabe y castellano para promover la convivencia entre las culturas. Prohibida hace cinco siglos por Cisneros, la lengua árabe vuelve a escucharse en la emblemática plaza granadina. Es nuestra forma de celebrar el Día del Libro y reivindicar el plurilingüismo, como símbolo de una ciudad integradora.  Este año se suman a la lectura poética Ángeles Mora, Premio Nacional de Poesía, y Antonina Rodrigo, biógrafa de Mariana Pineda. Y como broche de oro, la música andalusí de Suhail Serguini..

     Durante el acto, recordamos que Cisneros ordenó el asalto a la Biblioteca de la Madraza y arrojó más de 5.000 libros a la hoguera, incumpliendo las Capitulaciones que los Reyes Católicos se habían comprometido a respetar “para siempre jamás”. No conforme con eso, mandó requisar todos los libros que hubiera en casas particulares para arrojarlos igualmente a las llamas. Juan de Vallejo, cronista de Cisneros, lo describe así: “Y para desarraigarlos de su perversa y mala secta, mandó a los alfaquíes tomar todos los coranes y otros libros particulares, hacer grandes fuegos y quemarlos todos”. Sin embargo, Vallejo añade: “Se quemaron todos, sin quedar memoria, excepto los libros de medicina y botánica. Su señoría mandó traer 30 o 40 volúmenes, que están hoy puestos en la librería del insigne Colegio y Universidad de Alcalá de Henares”. El cronista se refiere al expolio que sufrió la Biblioteca de la Madraza, unos 40 libros que Cisneros salvó de la quema para llevárselos, y que deberían ser devueltos a la Universidad de Granada. También se salvaron algunos coranes particulares que sus dueños ocultaron hábilmente, logrando burlar los registros de la Inquisición. Uno de estos coranes fue descubierto hace diez años en la alacena de una casa del Albayzín, donde había permanecido oculto más de cinco siglos. Y los Padres Escolapios decidieron restaurarlo como gesto de tolerancia y reconciliación.

     La quema de manuscritos continuó luego en la America conquistada con la cruz y la espada. Los frailes españoles llevaron a cabo, con particular delirio, la destrucción de códices que ellos consideraban como “obras del demonio”. Por ejemplo, el bello colorido y los extraños caracteres de los libros autóctonos mayas hicieron pensar que se trataban de objetos que “contenían mentiras del Diablo”. Y durante el sitio de México, en 1521, los conquistadores destruyeron la capital azteca y un número incalculable de documentos.

      La quema o expolio de libros se ha repetido a lo largo de la historia. No olvidemos tampoco que en 1933 los nazis quemaron miles de libros judíos y comunistas en la Plaza de la Ópera de Berlín y apenas seis años después, en 1939, el régimen franquista celebró una infame Fiesta del Libro, consistente en arrojar a la hoguera miles de ejemplares republicanos. El diario Arriba  justificó así este nuevo atentado contra nuestro patrimonio bibliográfico: “Condenamos al fuego a los libros separatistas, liberales, marxistas, a los de la leyenda negra, anticatólicos, a los del romanticismo enfermizo, a los pesimistas, a los del modernismo extravagante, a los cursis, a los cobardes pseudocientíficos, a los textos malos y a los periódicos chabacanos”.

      También en la guerra de Bosnia, años noventa, los serbios destruyeron más de 40 bibliotecas. Especialmente dramático fue el bombardeo de la Biblioteca de Sarajevo, en el que la artillería acabó con dos millones de libros y miles de manuscritos. Y en 2003, durante la toma de Bagdad por los marines de Estados Unidos, la Biblioteca de Irak también fue incendiada y centenares de libros expoliados. Sin olvidar la Biblioteca de Tombuctú, destruida en 2012 por integristas de al-Qaeda en la guerra de Malí. Ante esta barbarie que no cesa, Granada Abierta denuncia todas las hogueras de la intolerancia que han intentado destruir la memoria escrita de los vencidos y recuerda las palabras del poeta alemán Heinrich Heine: “Allí donde queman libros, acaban quemando hombres”.

Arde la Memoria 2017 en imágenes


Ángeles Sánchez dio lectura al Manifiesto y recordó las hogueras de la intolerancia que han intentado acabar con la memoria escrita de los vencidos a lo largo de la historia.





El Colectivo Andaluz de Mujeres Musulmanas  hizo una lectura poética bilingüe, en árabe y castellano, como símbolo de ciudad intercultural.



La Asociación Mujeres Gitanas por la Diversidad también participó en el Arde la Memoria, leyendo poemas contra el racismo.


Y desde el público, una poeta espontánea declamó sus versos llegados desde la Alpujarra. 



Antonina Rodrigo nos emocionó con los versos de Antonio Machado en este Arde la Memoria que se convirtió en un homenaje a los autores perseguidos. Durante su intervención, Antonina reivindicó una calle con el nombre del poeta andaluz exiliado, cuyos restos descansan en el cementerio francés de Colliure.











El cierre de lujo lo puso el grupo de Suhail Serguini que, un año más, hizo de esta edición del Arde la Memoria 2017 una auténtica fiesta andalusí.

ARDE LA MEMORIA 2016
Recital poético-musical organizado por Granada Abierta el pasado 21 de abril de 2016, Día del Libro, en Plaza de Bib-Rambla. Este año, Arde la Memoria ha sido incluido, por primera vez, en el programa oficial de la Feria del Libro de Granada. 





Video de Antonio Lara

MANIFIESTO

     La Plataforma Granada Abierta organizó el pasado 21 de abril de 2016 una nueva edición de Arde la Memoria con la que queremos recordar que en  1499 el cardenal Francisco Jiménez de Cisneros redujo a cenizas, en esta misma plaza, la Biblioteca de la Madraza. Más de 5.000 libros, quemados en la hoguera de la intolerancia por orden de los Reyes Católicos. Empezaba así una campaña de represión contra los “moriscos” que veían cómo Isabel y Fernando incumplían el pacto de las Capitulaciones, que se habían comprometido a respetar, con firma y sello, “para siempre jamás”.

 A partir de entonces, los musulmanes granadinos tuvieron que elegir entre una conversión forzosa y humillante o la tragedia del exilio.  Durante la estancia de Cisneros en Granada, las bibliotecas y los archivos del reino nazarí también fueron quemados. La quema de libros ha sido un método habitual de los regímenes autoritarios a lo largo de la historia con el objetivo de borrar la memoria escrita de los vencidos.
    
    Hemos vuelto a reunirnos en la Plaza de Bib-Rambla para recordar este atentado contra la civilización humana, con una lectura de poemas árabes dedicados a Federico García Lorca, con motivo del 80 aniversario del asesinato del poeta. Javier Tárraga, especialista en Cultura Oral, glosará la figura de Cide Hamete Benengeli, el morisco del Quijote, con motivo del cuarto centenario de la muerte de Cervantes. Y la música de Suhail Serguini cerrará este homenaje al libro y al plurilingüismo, como símbolo de la Granada intercultural que deseamos. Queremos apagar con música y poesía la hoguera de Cisneros y todas las hogueras de la intolerancia que se han producido a lo largo de la historia, y que recordamos a continuación:

Historia de la intolerancia

n     Quin Shí Huangdi, el emperador que unificó China hace 2200 años, ordenó quemar todos los libros antiguos, salvo los tratados de agricultura, farmacia y el arte de adivinación, con el fin de eliminar cualquier rastro de pensamiento anterior a él.
n     A finales del siglo X, el visir Almanzor ordena purgar y quemar en Córdoba la famosa biblioteca del califa Al-Hakam II, una de las más valiosas del mundo, presionado por los fundamentalistas religiosos que exigían eliminar los libros considerados herejes.
n     La biblioteca de Bagdad fue saqueada durante la invasión de los mogoles en 656/1258. Cuentan los cronistas que las aguas del río Tigris se tiñeron de negro con la tinta de los manuscritos arrojados.

n     En la Plaza de Bib-Rambla de Granada tuvo lugar, en el año 1499, una quema pública de libros andalusíes, suceso ordenado por el cardenal Cisneros, que pretendía con ello reducir a cenizas la memoria de la cultura de Al-Ándalus.

n     Tras la colonización de América, y con la finalidad de borrar la historia escrita de la cultura indígena, fray Diego de Landa arrojó al fuego cientos de libros mayas. La quema tuvo lugar en el año 1500, en Maní de Yucatán.

n     En 1888, en Río de Janeiro, el emperador Pedro II arrojó a las llamas la documentación sobre la práctica de la esclavitud en Brasil, para reducir a cenizas siglos de historia escrita de la infamia cometida contra la población afroamericana.

n     En 1331/1913, el coronel francés Mouret incendia la biblioteca histórica de la ciudad Santa de Smara fundada por el gran místico Malainin.

n     En mayo de 1933, en las plazas de numerosas ciudades alemanas, se quemaron públicamente los libros de los escritores sospechosos de tener ideas políticas de izquierdas o escritores judíos. Era una demostración del ideal nazi de unificar el pensamiento del pueblo alemán.

n     La dictadura franquista celebró la Feria del Libro de 1939 con una quema de libros marxistas y republicanos.

n      Quema de libros el 11 de septiembre de 1973 en Chile, durante el golpe militar de Pinochet. Editoriales, librerías y universidades son saqueadas para borrar cualquier idea contraria al régimen.

n     Los militares argentinos quemaron en 1983 la documentación que probaba los crímenes cometidos durante los ocho años de dictadura. Una vez más, el fuego servía para ocultar la memoria de las víctimas.

n     En 1992, durante la guerra de Bosnia, los ultra-nacionalistas serbios incendiaron la célebre biblioteca de Sarajevo, destruyendo un patrimonio arquitectónico único en el mundo, arruinando el símbolo máximo de la cultura plural y poniendo fin a la convivencia pacífica en los Balcanes.

n     La Biblioteca de Bagdad es destruida por un incendio durante la invasión de Irak.

n   Integristas de al Qaeda destruyen en 2012 centenares de manuscritos de la Biblioteca de Tombuctú en Malí (África occidental)


Arde la Memoria 2016 fue presentado, un año más, por Bárbara Boloix, profesora del Departamento de Estudios Semíticos de la Universidad de Granada.


Javier Tárraga, especialista en Cultura Oral, glosó la figura de Cide Hamete Benengeli, el morisco del Quijote, con motivo del cuarto centenario de la muerte de Cervantes.




Estudiantes del Departamento de Estudios Semíticos de la Universidad de Granada, coordinados por Nadia Hindi, recitan versos de poetas árabes dedicados a Federico García Lora, con motivo del 80 aniversario del asesinato del poeta. 


Un concierto andalusí de Suhail Serguni puso del broche de oro a esta nueva edición de Arde la Memoria 2016. 


Alumn@s del IES Severo Ochoa de Granada participaron en esta edición de Arde la Memoria 2016 con una exposición de dibujos sobre El Quijote, con motivo del cuarto centenario de la muerte de Miguel de Cervantes. 



ARDE LA MEMORIA 2015

Granada Abierta organizó en 2015 una nueva edición del recital poético musical Arde la Memoria, con el que recordamos que en 1499 la Plaza de Bib-Rambla fue escenario de un salvaje atentado contra la cultura. El inquisidor Francisco Jiménez de Cisneros ordenó quemar la Biblioteca de la Madraza en una hoguera en la que ardieron más de 5.000 libros en lengua árabe. Sólo se salvaron cuarenta  ejemplares de medicina, astronomía, botánica y otras ciencias que Cisneros se llevó a la Universidad de Alcalá de Henares. Por tanto, Granada Abierta también denuncia este expolio de nuestro patrimonio bibliográfico y exige que sea devuelto a la ciudad de la Alhambra.



Aquella hoguera de la Intolerancia vino a ilustrar y anunciar la persecución y el maltrato humano que vendrían después por parte de la Inquisición contra los Moriscos, como señaló Bárbara Boloix, profesora del Departamento de Estudios Semíticos de la UGR, durante la lectura del manifiesto. La profesora Boloix, recordó al poeta alemán Heinrich Heine, cuando dijo en el siglo XVIII, “Allí donde se queman los libros, se acaba por quemar a los hombres”: 


En Arde la Memoria 2015, que se celebró como actividad paralela de la Feria del Libro de Granada, intervino el trovador Javier Tárraga, que interpretó el romancero morisco.


Y continuó con una lectura poética, en árabe y castellano, por parte de estudiantes del Departamento de Estudios Semíticos de la Universidad de Granada, coordinados por el profesor Indalecio Lozano, como símbolo de ciudad intercultural. 




José Carlos Alcaraz Millán y Andrea Expósito Morales, leyendo el poema: "La última tarde en esta tierra" (Mahmud Darwish)-


Inmaculada Rojas García y Ayoub Fanou Ennemiri, leyendo el poema: "Tierras veladas" (Gibran Jalil Gibran)


Celeste Robinson y Mostafa Lazaoui, leyendo el poema: "Pasajeros entre palabras fugaces" (Mahmud Darwish)

                         ARDE LA MEMORIA 2014


Granada Abierta, en colaboración con Cultura Oral de Javier Tárraga, organizó ayer con éxito una nueva edición del recital poético musical “Arde la Memoria” para recordar la quema de libros ordenada por el cardenal Cisneros en 1499 en Plaza de Bib-Rambla.

El trovador Javier Tárraga, especialista en Cultura Oral e investigador del romancero popular, interpretó Granada en el Diván y la Ruta del Juglar.



Durante el acto, Granada Abierta recordó también la quema de libros republicanos por el régimen franquista y denunció todas las hogueras de la intolerancia que, a lo largo de la historia, han intentado destruir la memoria escrita de los vencidos.


Estudiantes del Departamento de Estudios Semíticos de la Universidad de Granada, dirigidos por el profesor Indalecio Lozano, hicieron una emotiva lectura en árabe y castellano de poemas de Mahmud Darwish, como símbolo de ciudad intercultural y en solidaridad con el pueblo palestino

CINCO POEMAS DE MAHMUD DARWISH

Poemas de Mahmud Darwish, leidos en Arde la Memoria por estudiantes del Departamento de Estudios Semíticos de la Universidad de Granada, dirigidos por el profesor Indalecio Lozano:

Para nuestra patria

Poema leído por Soumaya Chandi y Zixu Dai

Quien soy yo sin exilio

Poema leído por Hajjaj-Micail Hajjaj Lahsen y Aday Fernando Serrano de la Cuesta

Pasajeros entre palabras fugaces

Poema leído por Lucía Alonso Pérez y Omar Haj Mazloum

Un día me sentaré en la acera

Poema leído por Uasan Kaptan Abood y Asmaa Zouita

La última tarde en esta tierra

Poema leído por Fathi Aiadi al Allaoui y Maria del Carmen Gómez Orts


ARDE LA MEMORIA 2011


La plataforma Granada Abierta organizó en 2011 en una nueva edición de "Arde la Memoria", con motivo de la quema de libros en Plaza de Bib-Rambla, ordenada por el cardenal Cisneros en 1499, que supuso un atentado contra la cultura. El acto consistió en una lectura poética en árabe y castellano, a cargo de estudiantes del Centro de Lenguas Modernas y de la Escuela de Traductores, como símbolo de una ciudad intercultural. Javier Tárraga cerró el acto con sus "Crónicas de Granada la Bella (el legado morisco). 


Javier Tárraga interpretando sus Crónicas de Granada la Bella 

(legado morisco).


 

 


 



















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